GRACIAS POR SEGUIRME. Patricia

viernes, 23 de julio de 2010

QUÉ MARAVILLA!!


Qué maravilla. Fue el título que elegí para esta entrada.
Y no fue si no después de sentirme emocionada por un hecho que aconteció durante una situación límite.
Más específicamente , lo ocurrido fue mientras yo cuidaba un enfermo en una clínica médica de la ciudad de Mendoza. En la cama de al lado del paciente que yo asistía, estaba un señor ya mayor, que en su juventud había sido fumador, vicio que hoy le traía enfermedades tales como la falta de circulación en sus piernas y el consiguiente e inaguantable dolor debido al cual, ya había pasado varias noches quejándose lastimosamente y aunque los médicos le aplicaban calmantes , nada parecía causar efecto. El hijo, único pariente que lo cuidaba, estaba desesperado, le hacía daño ver a su papá en ése estado, y sin poder hacer nada se fue a pedirle a La Virgen De La Medalla Milagrosa, que lo ayudara. En su desesperación le pedía un milagro.
Mientras el joven, elevaba súplicas en ése lugar sagrado, una enfermera que yo no había visto nunca, vino a hacer su rutina de tomar la presión, la fiebre y revisar el suero a ambos pacientes. Él gritaba de dolor...
Amigos, aquí viene lo maravilloso. Aquella enfermera con un carisma especial, vio al indefenso en un solo llanto, y a diferencia de las otras, que de inmediato le inyectaban lo más fuerte en fármacos; ésta, abrazó el frágil cuerpecito del anciano, como quien arropa a un bebe y suavemente con la mayor ternura y delicadeza masajeaba su piernita dolorida, miestras le decía que pronto iba a estar bien, que pronto iba a sanar.
Y así, con un don increíble y una paciencia eterna, como quien no tuviera mayor prisa, ni otra cosa por hacer. Como si no se le hiciera tarde para nada, estuvo un largo rato dedicada a él.
No se si quitó su dolor, pero si se que lo tranquilizó y devolvió las esperanzas. Lo hizo sentir un ser valioso y especial.
Porque no es lo mismo una profesión ejercida con vocación. No es lo mismo ir a trabajar, cumplir con las horas laborales, que ir a hacer lo que me gusta consciente de que de mí dependen otros. Porque con un poquito de esfuerzo, podemos sacar lo mejor de nosotros.
Cuando llegó el hijo, lo encontró durmiendo y con su rostro relajado... preguntó qué había sucedido, y yo le expresé lo observado.
!!Qué maravilla amigos, si cada uno desempeñara bien el rol que nos ha tocado en suerte!!


Patry

















5 comentarios:

  1. Muy bueno lo que has compartido.
    Solo me referire a que una cosa es tener un empleo y otra es trabajar.

    Cariños

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  2. gracias Abu por tus conceptos siempre tan claros..un beso

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  3. Patricia, gracias por sua visita e comentário, fico feliz com sua presença, tenha um bom dia, bjs

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  4. GRACIAS A TI. ME ALEGRO QUE TU TAMBIÉN HAYAS LLEGADO HASTA AQUÍ...OJALÁ SIGAMOS COMPARTIENDO.

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  5. Hola Valter: hombre y mujer, ambos nos complementamos , nos amamos, nos buscamos naturalmente y nos necesitamos aunque muchas veces no logremos desentrañar los misterios...saludos!!

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Locos por Cristo:

Los locos por Cristo creen en milagros divinos.

No hablan solos, hablan con Cristo que siempre los asiste.

Nunca están solos, porque aparte de estar con Jesús, los ángeles son sus amigos.

No buscan las causas de los acontecimientos, sólo los aceptan con obediencia.

Son eternos aprendices, nunca se creen sabios.

Se llevan bien con los pobres, los débiles, los desamparados y todo necesitado por los que sienten gran amor.

Perdonan a los que los ofenden y agravia.

Dejan que se les pegue en las dos mejillas.

Son mansos aunque siempre astutos.

Jamás hacen justicia por mano propia ya que confían ciegamente en la justicia de Dios.

Si se les pide un consejo lo dan sin arremeter con baterías de verdades. Respeta los tiempos de cada uno.

Nada los ata en la tierra, (dinero, moda, reconocimiento, etc) porque su tesoro los está aguardando en el cielo.

No necesitan pedirle hechos sobrenaturales al universo porque son los Hijos del propio creador del universo.

No necesitan meditación trascendental ya que su esencia está en el Todopoderoso.

Tampoco control mental, porque la Divinidad es su centro.

Su primera actividad por la mañana es saludar a Cristo.

Valoran mucho y agradecen a su Señor lo que les provee para alimentarse y sobre vivir. Por lo cual bendicen la carne y los vegetales que comen.

No les interesa que van a vestir, Cristo los viste como a las flores.

No creen en la sexualidad libre, pues nunca profanarían el “cuerpo-templo de Dios”. Tampoco lo agreden con tatuajes, piercing o similares.

Les son innecesarios los libros de autoayuda de autores humanos y falibles, leen la Biblia no como catálogo de normas de comportamientos sino como palabra Divina que edifica el alma.

Les dicen “Locos” porque van contra la corriente del mundo, aunque esto los tenga sin cuidado ya que cuando su maestro estuvo por aquí también lo creyeron “Loco”.

Patricia Palleres

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