GRACIAS POR SEGUIRME. Patricia

lunes, 28 de febrero de 2011

REFLEXIÓN


En Pequeñas Historias:
"El Viejo Manuel"




Era habitual ir a la ciudad y verlo allí con su barba canosa y larga, harapiento, mal oliente y con su carrito lleno de cartones, mantas viejas y otras cosas que encontraba por allí tiradas y que a él sólo le servían.
La plaza era su lugar ya que en sus bancos dormía, entre sus árboles escondía sus pocas pertenencias y en tardes de invierno permanecía al sol.
Por lo general, las personas sentimos rechazo hacia los mendigos, ya sea porque suelen estar borrachos, o porque algo nos piden, o por miedos y prejuicios infundados pero así somos los seres humanos.
Pero en este caso, éste hombre daba confianza, saludaba a todos con respeto y amabilidad, no le gustaba recibir nada de arriba, es decir se sentía mucho mejor si se lo ganaba. Por ejemplo con Pablo el dueño de la cafetería cercana a la plaza, tenía un arreglo: limpiaba la vereda del negocio todas las mañanas y se ganaba su desayuno, y así a veces arreglaba jardines, otras lavaba automóviles cuando menos quería acordar ya tenía unos pesitos para lo necesario y hasta le alcanzaba para pagar una horita en el ciber e interiorizarse de las últimas noticias.
Un día se le acercaron unos jóvenes del grupo parroquial que tenían como misión, ayudar a los indigentes.
Previo saludo, se pusieron a charlar con Manuel el mendigo. A medida que lo hacían fueron notando que no era como ellos lo imaginaban, este anciano hablaba muy bien, con educación, tenía claro los principios de las personas, vieron que nunca estaba borracho y que era asiduo a la lectura, conocía los clásicos de la literatura, de la filosofía y podía explicar una obra con tal soltura que parecía un profesor.
Una mañana , los muchachos le preguntaron si deseaba salir de esa situación, buscar su familia de la que hacía años no sabía nada y reencausar su vida. A lo que él aceptó feliz y con lágrimas en los ojos.
De inmediato y en primer lugar se asió, afeitó y colocó prendas limpias. Uno de los chicos, le dio albergue en su casa y por lo tanto también la comida calentita diaria.
Luego colocaron su fotografía en todos los noticieros de las canales de televisión para que algún familiar lo reconociera. También crearon una pagina web donde el publico pudiera dejar su ayuda, desde un alentador comentario hasta dar ropas.
Se le realizaron pericias físicas y psicológicas las que dieron como resultado normal.
Una noche, durante el último programa de noticias de la jornada salió al aire una joven de unos 22 años que con voz emocionada decía que ése señor era su papá al que habían estado buscando desde hacía tanto tiempo.
Desde aquel momento la vida de Manuel, cambió por completo. Se encontró con la noticia de que su Matilde, harta de buscarlo y rezar por su regreso, enfermó y falleció. Sus 3 retoños, ya eran personas grandes con hijos que lo hacían abuelo y que todos lo amaban sin condiciones y sin rencores.
Después del abrazo interminable junto a las lágrimas como cascadas, la única pregunta que sus hijos le hicieron fue: ¿por qué papá?
- Sentí- respondió llorando- que no podía con todo. Creí no tener las soluciones a los problemas de entonces…les pido perdón…mil veces perdón y no lo duden ustedes son mi único tesoro.
REFLEXIÓN: Siempre hay tiempo para dar vuelta la página y empezar de nuevo.
Patricia Palleres

8 comentarios:

  1. Embora ninguém possa voltar atrás e fazer um novo começo, qualquer um pode começar agora e fazer um novo fim.


    Beijo.

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  2. MUY BELLA Y SENTIDA HISTORIA. ME GUSTA.
    BESOS

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  3. Hola Patricia. Por fin te encontré. No conseguía encontrar tu blog. Ahora me alegro de poder leerte.
    Esta historia es tierna y preciosa. Yo no sé si hay una segunda oportunidad, tengo muchas dudas sobre eso, pero sí coincido con el señor, en que a veces, dan ganas de echar a andar sin saber hacia donde, y sin temer las consecuencias.
    Pero eso sólo se podría hacer si tuviéramos el efecto puerta. Vamos que cierras y no te preocupas de lo que dejas atrás, pero la memoria no nos lo permite.

    Me alegro de estar aquí.
    Un abrazo

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  4. Olá, querida
    Muito bonito tudo o que li por aqui e compartilho da mesma ideia: podemos mudar o rumo da nossa vida a qualquer momento... Coragem para mudar o necessário e experenciar uma metanóia...
    Bjs de paz

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  5. esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de la belleza, sensibilidad y emotividad que desprenden tus letras, un besin muy muy grande.

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  6. Patrícia que bela história!
    Todas as pessoas da rua tem uma história triste por trás e são nossos irmãos que merecem respeito.
    Beijos,
    Carla Fernanda

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  7. Oi Patrícia,

    Que belo blog, que lindas reflexões.
    Sigamos contato.
    beijos

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  8. Una preciosidad de entrada. Da gusto leerte. Y la música que acompaña es hermosa. ¡Que arte!
    Un abrazo desde Ciudad de Buenos Aires

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Locos por Cristo:

Los locos por Cristo creen en milagros divinos.

No hablan solos, hablan con Cristo que siempre los asiste.

Nunca están solos, porque aparte de estar con Jesús, los ángeles son sus amigos.

No buscan las causas de los acontecimientos, sólo los aceptan con obediencia.

Son eternos aprendices, nunca se creen sabios.

Se llevan bien con los pobres, los débiles, los desamparados y todo necesitado por los que sienten gran amor.

Perdonan a los que los ofenden y agravia.

Dejan que se les pegue en las dos mejillas.

Son mansos aunque siempre astutos.

Jamás hacen justicia por mano propia ya que confían ciegamente en la justicia de Dios.

Si se les pide un consejo lo dan sin arremeter con baterías de verdades. Respeta los tiempos de cada uno.

Nada los ata en la tierra, (dinero, moda, reconocimiento, etc) porque su tesoro los está aguardando en el cielo.

No necesitan pedirle hechos sobrenaturales al universo porque son los Hijos del propio creador del universo.

No necesitan meditación trascendental ya que su esencia está en el Todopoderoso.

Tampoco control mental, porque la Divinidad es su centro.

Su primera actividad por la mañana es saludar a Cristo.

Valoran mucho y agradecen a su Señor lo que les provee para alimentarse y sobre vivir. Por lo cual bendicen la carne y los vegetales que comen.

No les interesa que van a vestir, Cristo los viste como a las flores.

No creen en la sexualidad libre, pues nunca profanarían el “cuerpo-templo de Dios”. Tampoco lo agreden con tatuajes, piercing o similares.

Les son innecesarios los libros de autoayuda de autores humanos y falibles, leen la Biblia no como catálogo de normas de comportamientos sino como palabra Divina que edifica el alma.

Les dicen “Locos” porque van contra la corriente del mundo, aunque esto los tenga sin cuidado ya que cuando su maestro estuvo por aquí también lo creyeron “Loco”.

Patricia Palleres

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