GRACIAS POR SEGUIRME. Patricia

sábado, 23 de enero de 2016

Día de campo

No hay nada más innato al ser,
que reencontrarse con las esencias, con su célula básica
al contacto con la naturaleza.


No hay nada más exquisito,
que la frescura al exhalar el perfume de las hierbas,
al crujir de brotes.

No hay nada más vibrante,
que los colores silvestres en primavera
al amanecer.

No hay nada más conmovedor,
que el rostro del campesino surcado de cansancio, chupalla y alpargatas
al llegar al rancho.



No hay nada más bello,
que el humano despojado de todo invento, ante la creación
al abrir sus brazos frente a horizontes.

No hay nada más milagroso,
que tener un monte y en el monte flores multicolores
al responder el Creador a una oración.

No hay nada más inquietante,
que el ave indefensa, cruzando la inmensidad del cielo,
al buscar refugio en plena tormenta.


No hay nada más sublime,
que en medio del campo, con los hermanos presentes, perderse en los ojos del amado,
al testimoniar que se está enamorado. 

5 comentarios:

  1. No hay nada comparable con las maravillas de la Naturaleza. Besicos

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  2. No hay nada tan supremo como el milagro de la vida.
    Un poema lleno de veracidad donde se retrata la vida cotidiana y las sensaciones -emociones del Ser. Muy bonito Patricia.
    Encantada de estar contigo.

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  3. ¡Hola! Me ha encantado la entrada, me gustaría que te pases por

    mi blog literario para ver qué te parece y si te gusta, quédate

    por favor.

    http://pensamientosenelahora.blogspot.com.ar/

    http://buscandotelibro.blogspot.com.ar/

    Un abrazo y muchísimas gracias.

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  4. Hola Patricia, del tuiter al blog, jjj. Preciosa tu entrada, me gusta la naturaleza.
    Saludos y un abrazo.

    Lola Barea.

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Locos por Cristo:

Los locos por Cristo creen en milagros divinos.

No hablan solos, hablan con Cristo que siempre los asiste.

Nunca están solos, porque aparte de estar con Jesús, los ángeles son sus amigos.

No buscan las causas de los acontecimientos, sólo los aceptan con obediencia.

Son eternos aprendices, nunca se creen sabios.

Se llevan bien con los pobres, los débiles, los desamparados y todo necesitado por los que sienten gran amor.

Perdonan a los que los ofenden y agravia.

Dejan que se les pegue en las dos mejillas.

Son mansos aunque siempre astutos.

Jamás hacen justicia por mano propia ya que confían ciegamente en la justicia de Dios.

Si se les pide un consejo lo dan sin arremeter con baterías de verdades. Respeta los tiempos de cada uno.

Nada los ata en la tierra, (dinero, moda, reconocimiento, etc) porque su tesoro los está aguardando en el cielo.

No necesitan pedirle hechos sobrenaturales al universo porque son los Hijos del propio creador del universo.

No necesitan meditación trascendental ya que su esencia está en el Todopoderoso.

Tampoco control mental, porque la Divinidad es su centro.

Su primera actividad por la mañana es saludar a Cristo.

Valoran mucho y agradecen a su Señor lo que les provee para alimentarse y sobre vivir. Por lo cual bendicen la carne y los vegetales que comen.

No les interesa que van a vestir, Cristo los viste como a las flores.

No creen en la sexualidad libre, pues nunca profanarían el “cuerpo-templo de Dios”. Tampoco lo agreden con tatuajes, piercing o similares.

Les son innecesarios los libros de autoayuda de autores humanos y falibles, leen la Biblia no como catálogo de normas de comportamientos sino como palabra Divina que edifica el alma.

Les dicen “Locos” porque van contra la corriente del mundo, aunque esto los tenga sin cuidado ya que cuando su maestro estuvo por aquí también lo creyeron “Loco”.

Patricia Palleres

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