GRACIAS POR SEGUIRME. Patricia

viernes, 17 de abril de 2015

Penumbras





- ¿Dónde recogí estos miedos? Casi no lo recuerdo.
Dijo el ángel sentado en un sillón negro, justo a la orilla del mar, donde los dos pisaban la arena.
- Mis días en el cielo se me desdibujan. Aunque algo tengo seguro, no conocíamos el sufrimiento.
Tristemente añoraba, cuando la blanca palidez de su cuerpo resaltaba ante el firmamento plomizo y el color de las aguas en la noche, fusionados en horizontes tras de él.
- ¿Cómo es que me elevaba y estaba entre las estrellas, acariciaba el aire con mis alas?
Añoraba, mirando a la inmensidad. Mientras su túnica blanca flameaba mojándose en las salinas.
- ¿Qué desearía en estos momentos? - Se cuestionó.
- Ver el rostro de mi Padre nuevamente - se contestó -  aquella mirada amable que jamás olvidaré. Ella, era mi mundo y mi felicidad.
- Y cuando lo tuve a mi lado ¿Qué hice? - Expresó con dureza y en voz alta.
- ¡Nada! Lo desprecie. A Él que es Amor puro y elegí mi perdición. Opté por estar en penumbras.

El otro ángel caído, en silencio y a cierta distancia en la misma playa, sollozaba intensamente.



4 comentarios:

  1. Por ello hay que demostrar amor por las personas queridas porque de lo contrario cuando ya nos falten sentiremos no haberlo hecho.Besicos

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  2. Hola querida Charo!!
    Es verdad lo que expresas. Es muy feo quedarse con que "le hubiera dicho...." cuando ya es tarde.
    Besos

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  3. GRAN MENSAJE, MUY REFLEXIVO. GRACIAS POR COMPARTIR.
    ABRAZOS

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Locos por Cristo:

Los locos por Cristo creen en milagros divinos.

No hablan solos, hablan con Cristo que siempre los asiste.

Nunca están solos, porque aparte de estar con Jesús, los ángeles son sus amigos.

No buscan las causas de los acontecimientos, sólo los aceptan con obediencia.

Son eternos aprendices, nunca se creen sabios.

Se llevan bien con los pobres, los débiles, los desamparados y todo necesitado por los que sienten gran amor.

Perdonan a los que los ofenden y agravia.

Dejan que se les pegue en las dos mejillas.

Son mansos aunque siempre astutos.

Jamás hacen justicia por mano propia ya que confían ciegamente en la justicia de Dios.

Si se les pide un consejo lo dan sin arremeter con baterías de verdades. Respeta los tiempos de cada uno.

Nada los ata en la tierra, (dinero, moda, reconocimiento, etc) porque su tesoro los está aguardando en el cielo.

No necesitan pedirle hechos sobrenaturales al universo porque son los Hijos del propio creador del universo.

No necesitan meditación trascendental ya que su esencia está en el Todopoderoso.

Tampoco control mental, porque la Divinidad es su centro.

Su primera actividad por la mañana es saludar a Cristo.

Valoran mucho y agradecen a su Señor lo que les provee para alimentarse y sobre vivir. Por lo cual bendicen la carne y los vegetales que comen.

No les interesa que van a vestir, Cristo los viste como a las flores.

No creen en la sexualidad libre, pues nunca profanarían el “cuerpo-templo de Dios”. Tampoco lo agreden con tatuajes, piercing o similares.

Les son innecesarios los libros de autoayuda de autores humanos y falibles, leen la Biblia no como catálogo de normas de comportamientos sino como palabra Divina que edifica el alma.

Les dicen “Locos” porque van contra la corriente del mundo, aunque esto los tenga sin cuidado ya que cuando su maestro estuvo por aquí también lo creyeron “Loco”.

Patricia Palleres

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